“La culebrilla es un virus que lo tenemos como una variedad del virus de la varicela y que se contrae, generalmente, cuando somos pequeño manifestándose como la enfermedad conocida como Varicela. Ese virus, queda guardado en el organismo y puede manifestarse en la edad adulta como herpes zóster, llamado comúnmente culebrilla”, afirmó.

Luego, agregó: “Como es un virus y no puede matarse, como puede hacerse con las bacterias, una vez que entró a nuestro cuerpo queda guardado en las células del organismo. Cuando somos adultos, por muchos factores (sobre todo los vinculados a la inmunodepresión, al stress o alguna otra enfermedad que estemos transitando, etc.), puede reaparecer como herpes zóster”.

En cuanto a los síntomas nos comentó que generalmente, hay dos formas en que se manifiesta inicialmente: como dolor en el sector en donde el virus va a desarrollarse (espalda, cuellos, rostro, cuero cabelludo, etc.), o pueden aparecer ronchitas en la piel, a modo de vesículas. “En los casos de culebrilla, no hay crema que ayude mitigar el dolor. Es importante consultar a un especialista porque la medicación indicada es vía oral y si bien esa medicación no va a curarnos ya que no es una patología que se cura, va a hacer que la evolución sea mejor porque el “cuco” del herpes zóster es el dolor neurálgico que deja. Ningún antinflamatorio, ni analgésico común pueden combatir el dolor que genera el virus. Tomar vitamina B ayudará a recuperar el daño que el virus provocó en el nervio afectado, pero el dolor solo se puede combatir con medicación específica e indicada por un neurólogo”, enfatizó.

También nos confirmó que -actualmente- está en circulación una vacuna para mayores de 50 años, y la recomienda a quienes no hayan tenido varicela pero que puedan tener el virus latente con la posibilidad de que se manifieste como herpes zóster, y a aquellos jóvenes que fueron vacunados contra la varicela a principios del 2000 (cuando apareció una vacuna indicada como refuerzo para niños) ya que estos jóvenes no quedan exceptuados de contagiarse pues el efecto de esa vacuna solo dura un tiempo.

Por último, agregó que la vacuna es de dos dosis, y que la aconseja fundamentalmente, a pacientes con otros tipos de enfermedades inmunodepresoras (defensas bajas), ya que, en caso de manifestarse el herpes zóster, se desarrollará de una manera más simple, evitando el dolor neurálgico que genera tanto malestar y que, en muchas ocasiones, les impide a las personas infectadas llevar adelante una vida normal.