Macri busca avanzar en el disciplinamiento de la CGT
Nadie lo niega
La semana pasada, el viaje que el sindicalismo muy afin al PRO realizó con Triaca a Europa, sirvió para estrechar lazos con el sindicalismo, pero también para indagar sobre los sistemas jubilatorios, las paritarias y las nuevas modalidades de trabajo, además del cambio tecnológico.
Tras la gira por Europa, los gremialistas volvieron predispuestos a firmar paritarias del 15% y a avanzar en la discusión de cambios en materia laboral. En efecto, Triaca firmó tres paritarias (Comercio, Transporte y Edificios) en esa línea, comenzó a explorar nuevos acuerdos de productividad y a sondear entre los sindicalistas los proyectos de reforma laboral.
Si bien la "mesa chica" de la CGT no asistirá a la Rosada, será la primera vez que Macri reciba a una delegación sindical desde diciembre de 2016, cuando el mandatario agasajó en la quinta de Olivos al triunvirato y buena parte del consejo directivo de la central obrera, tras la aprobación de la ley de reforma del impuesto a las Ganancias, que había sido consensuada con los sindicalistas.
El grupo de elegidos que pisará la Casa de Gobierno está conformado por dirigentes de distintas corrientes internas del gremialismo que tienen como común denominador aceptar el disciplinamiento que impone el gobierno y no representar a sus trabajadores. Con esos sectores, Macri busca avanzar en el rearmado de la central obrera, con una conducción oficialista a Cambiemos y sin la participación de los Moyano, que renunciaron a sus cargos en Azopardo.
La fuerte presencia del sector que encabezó el Momo hasta su muerte en la convocatoria de Macri es vista en la CGT como un intento del oficialismo por ubicar a las 62 en un mejor lugar de negociación en el rearmado de la central obrera, cuyo próximo capítulo será la reunión del Consejo Directivo prevista para el 4 de abril.