Ni el pueblo argentino ni NOBA olvidan a los que lucharon en la batalla de Malvinas. Entrevistamos a los hombres que juraron y cumplieron. Hoy: el veterano de guerra Sergio Daniel Domínguez.
Camino a Puerto Belgrano para cumplir con su servicio militar obligatorio, Domínguez contaba: “éramos como ciento cincuenta nicoleños que embarcamos en Junín. Cuando el tren pasaba por alguna ciudad, nos daban la orden de cerrar las ventanillas y nos llevaban como presos. Con los días nos fuimos enterando que era Puerto General Belgrano, el asentamiento del Comando de la Flota de Mar”.
Era junio de 1981 y nada hacía suponer que un año después todos los marineros iban a estar destinados en buques de guerra en medio de una batalla.
Dos meses fue la instrucción de combate del personal militar. “Los especialistas en tiro y navegación llegaban hasta la compañía y nos impartían las clases teóricas. A la tarde venía el “orden cerrado”, que son las formalidades militares, y “el baile”.
Dos meses después de la llegada a la base nos estaban destinando a las unidades de la flota. El 1 de agosto era viernes. Ese día gritan mi nombre y el de Carlos Ahumada (actualmente integrante del Centro de Veteranos) y nos destinan al ARA Piedrabuena”, recuerda Sergio.
Domínguez nos explica que durante la Guerra de Malvinas el Piedrabuena operó desde la Isla de los Estados. En su Libro de Navegación hay una anotación del día 4 de mayo de 1982 tras el hundimiento del crucero ARA General Belgrano: "a 03.55 hs. se recuperó la última balsa, siendo en total 19 las rescatadas con aproximadamente 390 hombres. Después de la última rescatada se continuó la búsqueda por espacio de una hora, no avistándose ninguna más. A 04.55 hs. se ordenó rumbo 290° en demanda del puerto de Ushuaia...".
“Juro que no sabías dónde estábamos parados, era de noche, pero escuchábamos gaviotas. Sentíamos que el mar estaba cerca y no sabíamos nada más. Íbamos camino a Malvinas”, recuerda Sergio a cuarenta años de su incorporación a la Armada Argentina.
La flota argentina planeaba atacar la flota inglesa
“Luego de la recuperación de nuestras islas -explica el veterano- mi unidad del destructor Piedrabuena fue destinada junto al destructor Bouchard y el Crucero General Belgrano al sudeste de las islas. El 2 de mayo de 1982 a la madrugada habíamos intentado atacar la flota inglesa, nosotros por el sudeste y la otra parte de la flota por el norte con el portaviones y las fragatas Hércules, Trinidad, Drummond y Guerrico”.
Esta historia del intento de ataque a la flota es una de las historias menos conocidas de la Armada en Malvinas. Los marineros de las unidades de superficie y de submarinos afirman que el 30 de abril de 1982 estaba en marcha la planificación del ataque a la flota.
El día del ataque del submarino inglés HMS Conqueror al crucero ARA General Belgrano, también hubo un disparo de torpedo que roza el casco del Bouchard. El ataque inglés y el hundimiento del Belgrano tenían una misión: el contraataque. Los ingleses estaban en conocimiento del ataque abortado por la Armada.
Sergio después de la guerra
Domínguez volvió a San Nicolás y con el tiempo fue uno de los fundadores de Centro de Veteranos de Guerra y Familiares de Caídos en el Atlántico Sur.
Junto con sus camaradas construyeron la sede y el museo, salieron a las escuelas a contar la lucha por Malvinas. Gran conversador, amigo leal, todavía conserva el afecto de sus camaradas del Piedrabuena. Cada tanto se reúnen en alguna ciudad.
Malvinas en el siglo XXI
En la entrevista con Semanario NOBA, Domínguez explica el significado de Malvinas en el siglo XXI. “Malvinas hoy, a cuarenta años para los que participamos de la guerra, es un hecho que a medida que van pasando los años uno se va dando cuenta de lo enorme que fue lo que hicimos, va descubriendo los pormenores que en ese momento desconocía”.
“Para los isleños fue un cambio económico favorable. Inglaterra, con su colonialismo en las islas, construyó una base enorme. No debemos olvidar que hoy Malvinas es el lugar más militarizado de la tierra en proporción a la cantidad de habitantes. Así que hoy pensar en una recuperación bélica sería imposible, más que Argentina está disminuida en su estructura militar. Para ellos fue reafirmar su colonia. Hoy depredan la zona, no solo sacando petróleo, sino también la parte ictícola y tratar también de arañar un pedazo más de la Antártida, que es lo que pretenden casi todos los países que están junto con el imperio norteamericano, son socios. Sin la ayuda norteamericana los ingleses podrían haber sido derrotados en Malvinas. Cuando hablamos de imperio tenemos que decir ‘hoy nos domina es un gran imperio que depreda y rapiña en todo el mundo’. Mucha gente no lo ve por ese lado y piensan que los norteamericanos y los ingleses son los ‘chicos buenos’, y no lo son. Nosotros se lo podemos asegurar. Son los chicos malos de este mundo de hoy porque explotan y someten. Están ocupando nuestra tierra y no hay que descansar hasta recuperarlas”, sentencia Domínguez.-