Los cuerpos estaban en avanzado estado de descomposición y ella, junto a una amiga, rezaban al lado de ellos. A los efectivos policiales les costaba describir lo que vieron cuando llegaron a la humilde casa del barrio Villa Camiares de la ciudad Alta Gracia, Córdoba.

Dos mujeres rezaban arrodilladas al lado de un sillón donde dos cuerpos se descomponían bajo bolsas negras de consorcio. Eran los cadáveres de dos adolescentes electrodependientes de 15 y 17 años que llevaban varios días muertos. Sin embargo ella le aseguró a los policías que los chicos "estaban dormidos".

"Estas cosas sólo ocurren en Connecticut (Estados Unidos)”, relató una fuente ligada a la investigación. Aunque el fiscal Peralta Ottonello consideró que todo es muy prematuro y que hay que esperar los resultados de la autopsia.

En la casa encontraron dos tubos de oxígeno, la mujer -que profesa el evangelismo- se encuentra detenida y será trasladada a la cárcel de Bouwer. Sobre ella pesa una imputación por homicidio agravado por el vínculo reiterado en dos hechos. La mujer que la acompañaba en la oración todavía no fue detenida.

La denuncia fue realizada por el padre de los adolescentes que estaba separado de la madre y no veía a sus hijos desde hacía más de un año, porque la mujer no se lo permitía.

La mayoría de los vecinos conocían al hombre que realizaba trabajos de albañilería, pero nunca habían visto a los chicos, salvo cuando eran pequeños.