La desmalvinización no parece haber sentado doctrina en el pueblo argentina.
Si bien algunos analistas u opinadores seriales suelen apelar a este concepto; tiene más asidero en las grandes urbes y no en el interior.
Lo real y concreto es que gobernaciones y municipalidades (cualquiera sea su color partidario) de todo el territorio argentino son motores del recuerdo que las“Malvinas fuero, son, y serán argentinas”.
El sentimiento de Malvinas parece más auténtico y genuino en el interior.
Caso es que el 9 de junio se inaugura el monumento al “Soldado” en Zapala (Neuquén). Es una obra escultórica de dimensiones casi monumentales que solo es comparable con el monumento en Quequén a los Combatientes; aunque más humilde en materiales a la estatua de Juana Azurduy en Capital Federal.
El homenaje, el reconocimiento y la emoción serán la amalgama perfecta para dejar inaugurada oficialmente otra de las obras emblemáticas del escultor cutralquense Aldo Beroisa; la cual rinde honor y gloria a los soldados mártires argentinos que quedaron en la tierra malvinera y de todos aquellos héroes que volvieron al continente y que por muchos años permanecieron en el anonimato y en un inmerecido silencio y olvido.
La obra creada por Beroisa, se inició en junio de 2022 y se convertirá en el monumento al Soldado Argentino más grande del país, con 20 toneladas de peso y 17 metros de altura si se cuenta su pedestal.
El monumento está ubicado en cercanías de la ruta provincial 14 y Acceso Fortabat. El Soldado Argentino es el gran protagonista y se lo puede apreciar en toda su plenitud apoyando una rodilla al suelo y portando la bandera nacional en su mano derecha.
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