Los accidentes no son accidentales
Las muertes por accidente
Con tantos accidentes en la ciudad y tantas víctimas por siniestros viales, se vuelve necesario advertir sobre los efectos del alcohol, las drogas, la falta de sueño, pasar por alto las normas de tránsito, como no respetar semáforos, exceder la velocidad permitida y/o hablar por celular mientras se maneja.
Los accidentes no son accidentales, postula la Organización Mundial de la Salud (OMS); constituyen no solamente un gravísimo problema de salud pública, sino una enfermedad social definitivamente evitable que se puede prevenir con acciones colectivas concretas. Aquí algunas de ellas.
[b]Si tiene que manejar, no tome.[/b] El alcohol es fatal para un conductor. A los múltiples ensayos realizados sobre sus efectos y el rendimiento de precisión que se requiere al manejar, un estudio realizado por investigadores de las universidades de Washington y Nueva Zelanda demostró que un solo trago compromete la habilidad de percibir un objeto inesperado, como la presencia de un peatón o la aparición repentina de otro auto. Según el artículo publicado en la revista Applied Cognitive Psychology , una pequeña dosis de alcohol conduce a un déficit en el proceso de percepción, que puede hacer desaparecer un objeto del campo visual.
"Además, muchas personas, especialmente los jóvenes, mezclan bebidas cuyo efecto, combinado con la inexperiencia al volante y la seducción del vértigo por la velocidad producen una mala conjunción".
[b]Si tiene sueño no maneje[/b]. Margarita Blanco, directora del Club del Sueño de la Fundación Alfredo Thomson y de la Red en Medicina del Sueño Rems, mueve el foco de atención y, sin restarle importancia al alcohol como factor decisivo a la hora de incrementar los índices de accidentes, asegura que la somnolencia, que es mucho más difícil de controlar, implica riesgos altísimos para los conductores.
"Sueño y alcohol son una combinación catastrófica, ya que el alcohol es un tóxico que deprime el sistema nervioso y potencia el sueño.
"Todo conductor cree que va a vencer la somnolencia, cuanto más joven más fuerte es la convicción, pero las condiciones biológicas no se cambian a voluntad. Sin dormir se pierde la capacidad de atención, concentración, se pierde la consciencia de lo que se ve y se reduce la capacidad de reacción.
[b]Si maneja, no use el celular[/b]. El alcohol y la somnolencia se suman a otro factor multiplicador de riesgos: el uso de celulares mientras se conduce. Un estudio publicado en el Medical Journal of Australia halló que los conductores de su país no son conscientes de los riesgos que implica hablar por teléfono mientras se conduce, ya que las distracciones que provoca cuadriplican la posibilidad de chocar.
[b]No se deje presionar por sus pares[/b]. Un artículo reciente publicado en la revistaPediatrics describe las particularidades del conductor adolescente y afirma que la posibilidad de quedar involucrado en un accidente es proporcional a la cantidad de adolescentes que viajan en el vehículo. La presión de los pares también genera riesgos, cuando un adolescente, pero más habitualmente una adolescente no puede decirle que no a un amigo conductor que ha bebido. En el artículo se pide a los padres que hablen con sus hijos para que no dejen manejar a quien ha bebido y, si no pueden evitarlo, que no se suban a ese vehículo, aunque otros lo hagan", concluye el trabajo.
[b]No haga de la transgresión una norma nacional[/b] . Involucrarse es la palabra que usan los médicos de la Academia Americana de Pediatría para instar a los padres de adolescentes a comprometerse en la educación vial de sus hijos. Tomar conciencia de riesgo es algo que se debe hablar con los hijos.