Un VAR no tan “notable”
El VAR (Videoarbitraje) llego al fútbol para revolucionarlo. La primera medida tecnológica desde su nacimiento hace ya más de un siglo. Su irrupción fue en el Mundial de Clubes 2016 y fue una sorpresa para todos los futboleros.
Al principio parecía una medida hasta simpática pero se volvió controvertida y polémica cuando se fue instalando en Europa y en Sudamérica, regiones más pasionales que aquellas.
Jugadores, entrenadores, dirigentes, futbolistas e hinchas comenzaban a interiorizarse del tema cuando los rumores de que se instalaría en CONMEBOL eran factibles.
El VAR comprende sólo cuatro situaciones del juego:
- Expulsiones: Cuando el árbitro principal no ve una acción de roja directa o no considera como tal la gravedad de la falta
- Goles: Simplemente cuando el balón atraviesa o no la línea de gol
- Penales: Advertir al árbitro de una falta dentro del área
- Confusión de identidad: Jugadores sancionados erróneamente
Las cartas están dadas, sin embargo y a pesar de la claridad de las reglas el VAR está en el ojo de la tormenta. Sospechas, suspicacias y arreglos envuelven al determinar que la resolución sigue siendo humana. Distinto es el ojo de halcón en el tenis (entró o no, simple).
El bautismo para equipos argentinos fue en el partido de vuelta de la Semifinal de la Copa Libertadores entre Lanús y River siendo el VAR el protagonista de la noche. Un penal sancionado al local y uno no cobrado al Millonario siendo clarísimas las dos faltas. Ganó Lanús.
Y la más reciente tiene que ver con la Recopa Sudamericana entre Gremio e Independiente. El equipo argentino, por intervención del VAR, sufrió dos expulsiones en cada uno de los primeros tiempos, tanto en Avellaneda como en Porto Alegre. Ganó Gremio.
La aceptación se dirime entre los que ganan y los que pierden.
El VAR llegó para hacer justicia en un deporte lleno de pillos. Para que los equipos más poderosos no tengan influencia arbitral para con los más débiles.
Quizás las reglas deberían pulirse aún más, afinar más el lápiz en cuestiones de Justicia. (Dobles amarillas, cualquier offside, simulaciones)
Estamos en un año mundialista, el VAR será la novia del evento. Todos estarán atentos, aunque por el momento sea casi una cuestión más de escritorio que de juego.